sábado, 8 de marzo de 2008

Amor AM

Podríamos decir que hay variadas formas de amar, esto sin que el amor se resienta. Y que estas formas pueden ir variando con el tiempo. Digo esto sin animo de descubrimiento, ni siquiera de novedad disfrazada. La dificultad se presenta al tratar de descubrir como uno ama y una vez que ese secreto sea revelado, encontrar a alguien que ame de la misma forma.
Hay quienes aman como Ricardo Arjona, otros como Daddy Yankee, las dueñas de casa sin duda se identificarán con Marco Antonio Solis. No es extraño que las parejas tengan gustos musicales parecidos, es una de las tantas formas para compartir el mundo. Personalmente nunca he regalado canciones a una tercera persona singular, quizá porque pocas melodias se adaptaban bien. Elegir canciones es como ir a una zapatería.
Mis primeras inclinaciones nacieron al escuchar algunos tangos. No sé porque me pareció familiar esa forma de querer, un mundo lleno de nostalgia, pasiones encendidas y deshonras. Las letras cubiertas de dolor y ausencia contienen una dignidad implícita al cantar el lamento. Tiempo mas tarde escuché algo de bossa nova, pero nunca he vivido en una ciudad con playa, ni con atardeceres soleados. Mas bien me acomodan los días nublados, por eso no me extrañó que tomara cierta distancia de Joao Gilberto.
Hace algunas semanas me encontraba leyendo una novela en mi habitación, Ana Karenina iniciaba una de sus tantas peleas con Wronsky. De pronto, por la ventana, entraba una música triste. Parecía sacada de alguna película de Cantinflas, música con personajes vestidos de corbata, pelo engominado y citas a plena luz del día. Me quedé largo rato escuchando esos boleros, incluso anoté la letra de algunas canciones, para luego buscar el disco. Para mi esa tarde fue reveladora, pasé muchos días escuchando una y otra vez esas voces sacadas de otra época, de otro mundo. Poco a poco comienzo a entender mi forma de querer, es inusual, pasada de moda y hasta ridícula si se quiere. Pero no creo que haya que cambiarla, talvez antes el amor no era un tema feliz, y se pensaba en él solo los días nublados. Quiero pensar que si, y que se suspiraba junto a la radio secretamente, en AM.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y no me grabaste los boleros, aunque no hace falta porque me acuerdo de uno: me gustas tú, y tú y solamente tú (8)

(Al que le llegue, je)

Anónimo dijo...

(ojo, letra adaptada a mi actual situación)

María Paz dijo...

Creo qeu las señoras de los barrios como los tuyos o los míos escuchan esas canciones y son esas con las que se identifican, remontan a tiempos de juventud, cuando sus casas eran bonitas y nuevas, los pisos aun no crujían tanto y las personas como mi abuelito se vestían con pañuelo al cuello. A veces creo que somos unos entrometidos en estos barrios, allá por donde vive mi abuelita (la otra) y tú, y por acá donde vive mi abueli y yo.

Unknown dijo...

Asi es que suspiraste con boleros. Mira, mientras no los interprete Luis Miguel amigo, todo bien.


Yo estoy aprendiendo a amar con una musica mas moderna, fíjate que hasta unas cosas medias electrónicas. Sí. digo "amar" por ponerlo en tus palabras sabes? por que en realidad yo diría "sentirse mas a gusto con el ambiente que crea el estilo musical". Y sí, ahora vivo de la contemporaneidad, despues mucho hacerle asco.

Mientras la música cree ambientes, te lleve a alguna parte, todo bien.