martes, 30 de octubre de 2007

La casa de los pájaros


La casa de los pájaros aparecía en las tardes de invierno, cuando caminaba rápido hacia mi casa. Los muros era unas tablas viejas que se sostenían por decenas de gorriones. En ellas todos cantaban. Siempre que pasaba por esa cuadra me decía secretamente: es la casa de los pájaros, es la casa de los pájaros, una canción y no llueve hasta mi casa.

Algunos detestan los pájaros, yo no entiendo como se puede odiar a las criaturas que vuelan.

Tardes atrás decidí sacarle una foto a la casa, pero no pude. Porque se había transformado en la casa de las paredes rojas algunos pájaros en el techo. Seguramente el propietario aburrido debe haber arreglado sus muros. Yo no sé si será bueno o malo, nunca he jugado a ser ambientalista. Solo podría decir que hay que tener cuidado: cualquier día los secretos terminan inexorablemente en ser recuerdos.

martes, 9 de octubre de 2007